Relicario Fang

Si hay un objeto ritual capaz de oscurecer el origen y el contexto de su creación con el encanto de su presencia, belleza e intensidad, este objeto es el relicario Byeri del publo Fang. 
 El grupo étnico Fang, aunque conocido y estudiado en diferentes contextos y épocas, es extremadamente compuesto y variado como muchas otras poblaciones en África central, pero permanece en un cono de sombra como el complejo ritual de byeri.  
La escultórica Fang representa un conjunto estilístico homogéneo de la producción plástica africana, quizás debido a la permanencia de este grupo étnico en el mismo espacio y por un período histórico relativamente limitado.  Como se sabe, las esculturas compuestas de una solo cabeza, fueron colocadas en la parte superior de un contenedor de fibra vegetal adecuado para recoger os huesos y otros objetos de los antepasados del clan familiar.  
El origen y la antigüedad de estas “cabezas de relicario” fueron objeto de minuciosas investigaciones por parte de varios historiadores y antropólogos, pero no llegaron a la misma conclusión.  En 1990, en concomitancia de una exposición dedicada a la cultura Fang en el “Musée d’Arts Africains, Oceaniens et Amérindies” de Marsella (Byéri Fang, Sculptures d’ancêtre en Afrique), se descubrió mediante la observación de algunas radiografías del las esculturas que contenían numerosos fragmentos de huesos o dientes humanos dentro de numerosos ejemplares, insertados en la nuca o al centro de la frente.  
Perrois, hablando de este descubrimiento, subraya en el catálogo de la exposición, cómo estas esculturas se han convertido ahora en “relicarios”.  
Los elementos típicos son por ejemplo el cuello largo, la frente redondeada, la cara en forma de corazón y las tachuelas de latón en los ojos (en este caso específico, se han perdido los agujeros correspondientes para confirmar se presencia y posición previas).